¡Empezar tu huerto es muy fácil!

Busquemos un espacio interior o exterior con al menos 5 horas de luz al día, si esta en cielo abierto mucho mejor!

Vamos a construir tu huerto tan grande como quieras en macetas de Auto Riego con una mezcla de sustratos orgánicos especiales para el clima de tu ciudad.

Los sustratos se encargarán de darle condiciones de Humedad, Temperatura, Oxigenación y Nutrición a tu Huerto y así soló riegas 1 vez a la semana.

En cada maceta puedes cultivar una familia de plantas, de esta forma le damos el espacio adecuado para desarrollarse. 🥕... 🥕...🥕

Selecciona las semillas que quieres cultivar en cada una
    
🥬Hojas 6 espacios
🍅Frutos hasta 3 espacios
🌼Aromáticas 5 espacios

Un asesor te acompañará en esta experiencia, enseñándote a cuidar tu huerto todo el año!

¡Únete a la familia Germinarte!

Aprender a cultivar un acto de amor y respeto para la tierra, que va más allá de la simple nutrición.

Descubre tu poder para cultivar. Aquí te dejo 7 motivos para inscribirte

1. La Danza de la Vida

En el jardín, la vida se despliega en un ballet silencioso. Las semillas germinan, las plantas crecen y los frutos maduran.

Cada brote es una promesa esperando convivir con su entorno, la lluvia, el sol, el aire, los insectos y contigo.

2. Nutrición con Propósito

Cuando cultivas tus propios alimentos, sabes exactamente lo que estás poniendo en tu plato. No hay pesticidas desconocidos ni manipulación genética. Cada zanahoria, cada tomate, lleva tu esfuerzo y cuidado.

3. El Arte de la Paciencia

La naturaleza no tiene prisa. Desde el día de la siembra, vivirás experiencias que te harán valorar cada cosecha aún tarden semanas o meses. Pero cada día es una lección.

4. Conexión con las Estaciones

Cultivar alimentos te sintoniza con las estaciones. Aprenderás de la tierra a través del tiempo. En primavera, siembras; en verano, cosechas; en otoño, guardas semillas. En invierno comienzas de nuevo.

5. El Sabor de lo Auténtico

¿Has probado una fresa recién arrancada de la planta? El sabor es intenso, dulce y vibrante. Cultivar tus propios frutos y hortalizas te permite saborear la autenticidad. No hay intermediarios, solo tú
y la esencia de la naturaleza.

6. Terapia para el Alma

El jardín es un refugio. Las manos en la tierra, el sol en la piel, el aroma de las hierbas: todo esto calma el alma. Aprender a cultivar es una terapia que nutre tu espíritu.

7. Un Regalo para las Generaciones Futuras

Cada semilla que plantas es un regalo para el futuro. Aprender a cultivar es preservar especies y conocimientos ancestrales, transmítelos, son un legado que trasciende el tiempo.